Elegir el día de nuestra boda es de las primeras decisiones que se deben tomar después de la propuesta de matrimonio y de las más importantes, debido a que dicha fecha te permitirá continuar con la mayoría de los siguientes aspectos a planear y servicios por contratar.
1.- Considera el tiempo que te llevará planearla
Este punto es con relación a los meses consiguientes de tu propuesta matrimonial, es decir, planear una boda puede tardar un aproximado de 12 meses de planeación o al menos es lo recomendado, si acortas este tiempo por casarte en el mes que deseas y no ajustas las expectativas de tu boda, algo podría salir mal.
Por ejemplo: supongamos que te propusieron matrimonio en diciembre y tu deseas casarte en primavera, esto te deja con un aproximado de 3 meses para planear tu boda, lo cual, es un cuarto del tiempo recomendado, más el hecho de que la primavera es la estación del año más cotizada, lo que provoca poca disponibilidad en ella.
Sin embargo, no renuncies a tu boda en primavera, solo te aconsejo esperar la primavera del siguiente año donde te sobrará tiempo para la organización y planeación.
2.- Analiza el tipo de boda deseas
Seguramente alguna vez has imaginado la boda de tus sueños, mucho antes de que te propusieran matrimonio o mucho antes de conocer a tu pareja actual, tal vez todo inicio cuando fuiste invitada a una boda por primera vez o al ver alguna película romántica muchos años atrás.
Y en este punto se trata de volver a retomar ese sueño, volver a analizarlo e intentar proyectarlo a la vida real para saber qué deseas o cómo te gustaría que fuese. Las preguntas claves son: ¿Te gustaría una fiesta grande con muchos invitados o una íntima con pocos, pero especiales? ¿Qué clima te gustaría disfrutar ese día? ¿Qué horario? ¿Día o noche? ¿Jardín o super salón de eventos? ¿Con qué estilo? ¿Te gustaría alguna temática en especial?
Después de responder las preguntas anteriores, debes intentar que todo se encuentre en equilibrio, sincronía y equivalencia, con relación al tiempo que necesitarás para planear con antelación tu boda y con el presupuesto elegido con la ayuda de tu pareja.
3.- Elige una temporada
De acuerdo al punto anterior y su debido análisis, es que ya tendrás una idea de lo que deseas y en base a eso, elegirás la temporada del año ideal que cumpla mejor las necesidades de la boda de tus sueños.
Lo vital en este punto es saber el clima que te gustaría disfrutar, el horario que planeas para la boda y el tipo de establecimiento que imaginas para la celebración. Es decir, si quieres que sea fresco y al aire libre, lo mejor sería una boda a inicios de la primavera o si deseas algo más romántico en un gran salón de eventos podría ser una buena opción la temporada otoñal.
4.- Elige un mes
Después de elegir la temporada ideal, sigue elegir el mes perfecto para tu boda. Cada temporada o estación del año tiene sus propias características climáticas y de ambiente, cada una abarca aproximadamente 3 o 4 meses, donde el clima cambia gradualmente.
Otro factor de suma importancia es la disponibilidad de agenda con la que cuente tu pareja y tú, ya sea por cuestiones laborales o personales, sobre todo si consideramos que la luna de miel requiere generalmente de semanas para viajar y disfrutar.
5.- Elimina los días que puedan causar conflictos
Una vez seleccionado el mes que deseas para casarte, elimina los días que puedan causar algún tipo de conflicto o interferencia con la boda como: días festivos, marchas, eventos sociales importantes, etcétera.
Otra recomendación importante para eliminar los días que no deseamos del mes, es revisar tu calendario menstrual para evitar inconvenientes físicos o malestares.
6.- Elige el mejor día de la semana para tu boda
Consulta con tu pareja qué día de la semana es mejor para ustedes y sus seres queridos para evitar inconvenientes de inasistencia. Los más requeridos son los días en fin de semana (viernes, sábado y domingo).
Aquí también los proveedores o servicios juegan un papel importante, pues todos deben contar con disponibilidad para el día seleccionado, por ello la planeación con mayor tiempo de anticipación es clave para reducir las posibilidades de no encontrar disponibilidad.
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