La celebración de tu boda no termina al final de la gran fiesta en el magnífico salón de eventos que decidiste contratar, ni cuando se marcha el último invitado o se termina el champagne.
Imagina que después de meses de organización llega la tan anhelada boda que soñaste y disfrutas cada momento, desde los nervios previos al abrir los ojos y ver tu reflejo en el espejo después de horas de maquillaje y peinado, hasta la encrucijada en la que se puede convertir el ponerse un vestido de novia.
Disfrutaste cada pieza de música que bailaste, cada sonrisa de los invitados, cada paso en esas zapatillas que te hicieron sentir alta y poderosa, las lágrimas de felicidad al mirar a tu pareja y sentir que todo valió la pena.
Es entonces, que después de varios meses de planeación (que sin la ayuda de Bride Advisor pueden ser muy estresantes), más las horas y horas de celebración, al final la meta se cumplió y puedes encontrarte increíblemente dichosa, pero al mismo tiempo increíblemente cansada.
Y esto aún no acaba, ya que, después viene un momento muy especial donde disfrutarás de tu pareja y el inicio de esta nueva aventura juntos, en este punto ya solo se trata de relajarse y disfrutar, en algún lugar paradisiaco o encantador.
La luna de miel es parte importante del proceso, aquí tendrás la oportunidad de disfrutar a tu pareja en un lugar especial que recordarán toda su vida.
Seguramente tendrás mil dudas al respecto, en este artículo te brindaremos información que te servirá de ayuda para iniciar a planear tu luna de miel y saber que debes tener en cuenta.
Presupuesto y búsqueda del lugar ideal
El primer paso es definir el presupuesto destinado para la luna de miel, una vez definido, se puede iniciar la búsqueda del lugar ideal que se pueda adaptar a dicho presupuesto, apóyate en plataformas web o en redes sociales, para encontrar el lugar perfecto para ti y tu pareja.
Si ya tienes un lugar en mente…
En ocasiones puedes estar completamente fascinada por un lugar en particular, que te encantaría visitar en tu luna de miel, o bien, se puede tratar de un lugar que tiene un significado muy especial y personal para la pareja o por alguno de los novios.
Tal vez este lugar se salga del presupuesto que tenían considerado para la luna de miel, pero aun con esta situación no debes renunciar a la luna de miel que sueñas, un “honey moon planner” puede ayudarte a adaptar tu presupuesto a un lugar específico.
¿Y qué sigue?...
Después de decidir y definir lo anterior se debe considerar ¿qué tipo de experiencias desean vivir?, ¿prefieren la aventura o el descanso?, este tipo de preguntas se deben analizar para saber cómo planear lo consiguiente al llegar al lugar de destino y lo que se hará los días siguientes de su estadía, ya que no es lo mismo pasar algunos días o semanas en una cabaña en el bosque entre la naturaleza, que ir a un hotel de cinco estrellas de una zona turística o visitar las atracciones emblemáticas de otro país.
Esto inevitablemente también puede afectar o ser un factor a la hora de decidir a donde quieren ir y el presupuesto que le deben destinar, ya que, el presupuesto debe englobar todos los gastos de la estadía, como: duración, hotel, transporte, restaurantes, visitas etc.
Decidir en pareja
Hablar y decidir en pareja es indispensable para encontrar el equilibrio perfecto entre el lugar y la experiencia que desean vivir, sin olvidar que esto se pueda adaptar a su presupuesto y vivir una luna de miel memorable. El tiempo recomendado para empezar a planear tu luna de miel es de 6 a 8 meses antes de la fecha de la boda.
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